Lope de Aguirre (c. 1511-1561)

Lope de Aguirre (c. 1511-1561)

Lope de Aguirre (c. 1511-1561), aventurero español. Natural de la localidad guipuzcoana de Oñati, donde nació en torno a los años 1511 o 1515, era el segundo hijo de una familia hidalga. Viajó a las Indias en 1534, tras vivir en Sevilla. Años después, tomó parte del lado realista en las guerras civiles que estallaron entre los conquistadores españoles del virreinato del Perú. Así, intervino en la batalla de las Salinas, en la que Hernando y Gonzalo Pizarro vencieron a Diego de Almagro el 6 de abril de 1538; y en la decisiva batalla de Xaquixahuana, que tuvo lugar el 9 de abril de 1548 y que enfrentó a las tropas de Gonzalo Pizarro con las del ejército regio mandado por Pedro de La Gasca, en las que figuraba Aguirre. Huyó varias veces de la justicia y participó en distintas sublevaciones, lo que no impidió que el bando realista contara nuevamente con él para que, en 1553 y 1554, combatiera la rebelión de Francisco Hernández Girón, opuesto a la aplicación de las llamadas Leyes Nuevas.

En 1559, muy herido y con el pie derecho prácticamente inutilizado, se unió junto a su hija Elvira a la expedición que, enviada por el virrey del Perú, Andrés Hurtado de Mendoza, y encabezada por el fundador de la colombiana Pamplona, Pedro de Ursúa, pretendía encontrar el legendario El Dorado. Ante la infructuosidad y exigencias del viaje por el río Amazonas, iniciado en septiembre de 1560, hizo estallar una conjura entre los expedicionarios y participó en el asesinato de Ursúa, perpetrado el 1 de enero de 1561, en Mocomoco. Aguirre nombró sucesor de Ursúa a Fernando de Guzmán; el 23 de mayo, hizo público que dejaba de ser leal al rey de España, Felipe II; y se dispuso a establecer en aquellas tierras un reino independiente de la metrópoli. Asesinó a cuantos consideraba enemigos, incluido el propio Guzmán, y decidió dirigirse hacia Panamá para, desde allí, conquistar el Perú. En el mes de julio llegó a la isla Margarita. Escribió entonces una carta decididamente insultante a Felipe II y se atribuyó títulos de gobernación del Nuevo Mundo antes de declarar la guerra a España. Además, asoló cuantos territorios venezolanos halló a su paso, y conquistó la actual ciudad venezolana de Valencia (entonces recién fundada como Nueva Valencia del Rey). Sin embargo, cuando marchaban a través de la actual Venezuela, sus hombres, a quienes él mismo llamaba ‘marañones’, fueron derrotados por las tropas españolas del conquistador Diego García de Paredes. El 27 de octubre de ese año, Aguirre fue capturado en la ciudad de Barquisimeto, poco después de que el rebelde incendiara la ciudad y diera muerte a su propia hija. Dos de sus marañones se encargaron de poner fin a su vida aquel mismo día.

Varias novelas se han ocupado de su figura, como por ejemplo Lope de Aguirre (1941), del español Gonzalo Torrente Ballester; Lope de Aguirre, príncipe de la libertad (1979), del venezolano Miguel Otero Silva; o La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1968), del español Ramón José Sender. De 1992 es la obra de teatro Lope de Aguirre, traidor, del también autor español José Sanchis Sinisterra. Asimismo, el cine ha recabado su atención en el personaje: el alemán Werner Herzog dirigió en 1972 Aguirre, la cólera de Dios, en la que Klaus Kinski encarnaba al aventurero; y el español Carlos Saura firmó en 1988 El Dorado.

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