Batalla de Pichincha
La Batalla de Pichincha ocurrió el24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, a más de
3.000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito, en el Ecuador
actual.
El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras de
Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del General venezolano Antonio José de Sucre y
al ejército realista comandado
por Aymerich. La derrota de las fuerzas realistas leales a España
condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias
que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también
conocidos como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial
española de la que finalmente emergió la República del Ecuador.
Antecedentes al 24 de mayo de 1822
Las luchas por la libertad en el actual Ecuador se iniciaron
en 1809, al proclamarse en Quito, la capital de la Real Audiencia, la Primera
Junta de Gobierno Autónoma de Quito. La ciudad de Quito y la Sierra norte y
central del Ecuador proclamaron el Estado de Quito en 1812, que fue
finalmente derrotado por las fuerzas coloniales de Sámano y Aymerich. Para
reprimir al Estado de Quito, los virreyes de Lima y Santa Fe despacharon sendos
ejércitos, que cometieron atrocidades como la Matanza del 2 de Agosto de 1810 y
el exterminio de buena parte de las élites quiteñas. Quito y las ciudades
cercanas se enfrentaron solas a las tropas virreinales pero fueron finalmente
derrotadas en San Antonio de Ibarra, en diciembre de 1812.
El resto de ciudades ecuatorianas, como Guayaquil y Cuenca,
se mantuvieron leales a España. Los milicianos quiteños lograron reclutar cerca
de mil hombres, pero sin armas ni apoyo exterior no pudieron enfrentarse a las
fuerzas coloniales. Las pérdidas de vidas humanas y materiales fueron
cuantiosas: solo durante el 2 de Agosto de 1810 murieron no menos de 300
civiles desarmados. Tras el colapso del
Estado de Quito, la Real Audiencia se reestableció en todo el territorio
del actual Ecuador y se hizo evidente que sin apoyo exterior no sería posible
derrotar a los españoles. Ocho años después, el 9 de octubre de 1820, la ciudad costanera de Guayaquil proclamó su independencia de España después de una rápida y casi incruenta
revuelta contra la guarnición local. Los líderes de la revuelta, una
combinación de oficiales peruanos y venezolanos del Ejército colonial junto con
intelectuales locales y patriotas, formaron un consejo de gobierno y un ejército
con el propósito de defender la ciudad y extender el movimiento independentista
a otras provincias de la Presidencia.
Para entonces, el curso de las guerras de independencia en
América del Sur había cambiado en contra de España; la victoria de Simón Bolívar
y Francisco de Paula Santander en la Batalla de Boyacá selló la independencia
del Virreinato de Nueva Granada, mientras que en el Sur José de San Martín,
tras haber desembarcado con su ejército en la costa peruana en septiembre de
1820, preparaba la campaña para la independencia del Virreinato del Perú.
La campaña previa al 24 de mayo de 1822
Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva
campaña. Su ejército constaba de aproximadamente 1.700 hombres, entre veteranos
de sus campañas anteriores y nuevos reclutas. Había hombres de las tierras
llanas de la Provincia de Guayaquil y voluntarios que provenían de la Sierra,
como el héroe cuencano Abdón Calderón, cuyo padre había
muerto heroicamente en 1812, defendiendo al Estado de Quito. Los dos
contingentes pronto fueron organizados como el Batallón Yaguachi; también
habían soldados neogranadinos y venezolanos enviados por Simón Bolívar, unos cuantos oficiales y soldados españoles que
habían cambiado de bando, un batallón entero de voluntarios británicos (el
Albión) e incluso unos cuantos irlandeses y franceses.
El 18 de enero el ejército Patriota se dirigió a Machala, en
el llano. El 9 de febrero, tras haber cruzado los Andes, Sucre entró en el
pueblo de Saraguro, donde su ejército se juntó con los 1.200 hombres de la
División peruana, el contingente que San Martín había prometido. Esta fuerza
(Expedición Auxiliar de Santa Cruz a Quito) estaba conformada en su mayoría por
reclutas peruanos, existían también argentinos y alto-peruanos (bolivianos), el
propio Andrés de Santa Cruz nació en el Alto Perú (actual Bolivia); tenía
también oficiales argentinos, entre los que destacaban Félix Olazábal,
Francisco Villa, ambos de Infantería y Antonio Sánchez de Caballería y un
escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes (argentino) al
mando de Juan Lavalle.
Al enfrentar esta fuerza multinacional de alrededor de 3.000
hombres, el destacamento Realista de caballería, de unos 900 hombres, que
defendía Cuenca se retiró hacia el Norte, siendo perseguido a la distancia por
la caballería Patriota. Cuenca fue entonces recapturada el 21 de febrero de
1822, sin que se disparara un solo tiro. Durante marzo y abril, los Realistas
continuaron marchando hacia el Norte, logrando con éxito evitar enfrentarse con
la caballería Patriota. Sin embargo, el 21 de abril se produjo un feroz
encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de Riobamba. Al final
del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el ejército
principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose ahí hasta el 28
antes de reanudar su viaje hacia Quito.
Acercamiento a Quito
El 2 de mayo de 1822, la fuerza principal de Sucre había
alcanzado la ciudad de Latacunga, 90 km al sur de Quito. Ahí Sucre procedió a reorganizar
sus tropas, sumando voluntarios de los pueblos cercanos, mientras esperaba
refuerzos, en especial el Batallón Alto Magdalena (de Colombia) y nuevos
informes de inteligencia sobre el paradero del ejército Realista.
Mientras tanto, Aymerich alistó los puntos de resistencia y
posiciones de artillería en los principales pasos montañosos que dirigían a
Quito. Sucre, empeñado en evitar un enfrentamiento frontal en terreno
desfavorable, decidió avanzar paralelamente a los flancos de las posiciones Realistas,
marchando por las laderas del volcán Cotopaxi para así poder llegar al Valle de
los Chillos, en la retaguardia de las posiciones defensivas Realistas. El 14 de
mayo el ejército Realista, intuyendo las intenciones de Sucre, comenzó a
replegarse, llegando a Quito el 16. Dos días después, y tras una muy difícil
marcha, el ejército de Sucre ocupó Sangolquí.
Maniobras Finales
En la madrugada del 24 de mayo de 1822, el ejército
Patriota, conformado por 2.971 hombres, empezó a ascender por las laderas del volcán Pichincha. En la vanguardia estaban los 200 colombianos del Alto
Magdalena, seguidos por el ejército principal de Sucre; en la retaguardia
estaban los británicos del Albión, protegiendo el tren de municiones. A pesar
del enorme esfuerzo de las tropas, el avance por las laderas del volcán fue más
lento de lo que se esperaba, y la llovizna que cayó durante la noche convirtió
los senderos en ciénagas.
Cuando amaneció, para consternación de Sucre, el ejército no
había logrado un avance significativo, hallándose literalmente a mitad del
camino, a 3500 metros sobre el nivel del mar y a la vista de los centinelas
Realistas en Quito. A las ocho en punto, ansioso por el lento avance del
Albión, y con sus tropas exhaustas y afectadas por la altitud, Sucre ordenó a
su ejército detener el avance para descansar, pidiendo a sus oficiales ocultar
sus batallones como mejor pudieran. Envió parte del batallón Cazadores del Paya
(peruano) en una labor de reconocimiento, seguidos por el Trujillo, otro
batallón peruano. Una hora y media después, repentinamente, los hombres del
Paya fueron golpeados por una descarga, bien apuntada, de mosquetes. Esta
acción dio inicio a la batalla.
Desarrollo de la Batalla de Pichincha
Cuando amaneció, sin que Sucre lo supiera, los centinelas
posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas Patriotas ascendiendo por
las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces
consciente de la intención de Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al
volcán, ordenó a su ejército de 1.894 hombres ascender la montaña lo más pronto
posible, para enfrentar ahí a Sucre. Al haberse encontrado en un campo de
batalla tan improbable, los dos comandantes no tuvieron otra opción más que
enviar gradualmente sus tropas a la batalla. Existía poco espacio para
maniobrar en las empinadas laderas del Pichincha, entre profundos barrancos y
densos matorrales.
Los hombres del Paya, tras recuperarse de la conmoción
inicial, se reposicionaron bajo el fuego enemigo, esperando la llegada del
batallón Trujillo. El sobresaltado Sucre, sólo esperando que los españoles
estén más cansados que sus propias tropas, envió al batallón Yaguachí,
conformado por ecuatorianos. El batallón Alto Magdalena trató de hacer un
movimiento de flanqueo, pero sin éxito, pues el terreno no se lo permitió.
Pronto, los batallones Paya, Trujillo y Y aguachí (batallones patriotas),
sufriendo muchas bajas y con pocas municiones, comenzaron a replegarse.
Para entonces el destino de la Batalla para los
Patriotas parecía depender del Albión, que transportaba las municiones tan
necesitadas; y sin embargo se desconocía su paradero. A medida que el tiempo
pasaba, los Realistas parecían ganar el control de la batalla. El Trujillo fue obligado a retroceder, mientras que el
batallón peruano Piura se dispersó antes de enfrentar al enemigo. En medio de
la desesperación, a los hombres de reserva del batallón Paya se les ordenó
cargar contra el enemigo con sus bayonetas. Ambos bandos sufrieron grandes
bajas, pero la situación más o menos se estabilizó para los Patriotas. A pesar
de esto, Aymerich, como parte de su estrategia, durante el ascenso al Pichincha
separó de su fuerza principal al batallón Aragón, ordenándole avanzar hasta la cúspide
del volcán, para así luego atacar a los Patriotas por la retaguarda, rompiendo
sus líneas en el momento indicado.
El Aragón era el mejor
batallón del ejército realista; estaba conformado por veteranos españoles que
habían actuado tanto en Guerra de la Independencia Española como en otras
batallas en América del Sur, y en ese momento se hallaba sobre los Patriotas y
listo para atacar.
Afortunadamente para los Patriotas, cuando el Aragón estaba
por cargar sobre la alicaída línea Patriota, fue detenido en seco por el
Albión, que entró inesperadamente en la batalla. Resulta que el Albión
consiguió avanzar a una posición más alta que la de los españoles. Pronto, el
Magdalena se unió a la batalla, y el Aragón tras sufrir fuertes bajas, se
desintegró. Entonces el Magdalena avanzó hasta la línea Patriota para
reemplazar al Paya, y cargó contra la línea Realista, que terminó por romperse.
La Capitulación de Pichincha
A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados
de la libertad en la cima del Pichincha a más de 3000 metros de altura dieron
el grito de victoria. La victoria fue de Sucre, la cual fue completada con la
capitulación que el jefe patriota concedió al Mariscal Aymerich el 25 de mayo
del mismo año. Con las operaciones cuyas acciones finales se produjeron en las
faldas del Pichincha y en la ciudad de Quito, Sucre decidió a su favor la
vacilante y delicada situación de Guayaquil; dio libertad al territorio que
conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la Gran Colombia.
Resultado Final
A pesar de que en el contexto de las Guerras de Independencia
de América la Batalla de Pichincha figura como un conflicto menor, tanto
en términos de su duración como del número de combatientes, sus consecuencias
fueron bastante significativas.
El 25 de mayo de 1822 Sucre entró con su ejército en la
ciudad de Quito, donde aceptó la rendición de todas las tropas españolas
establecidas en el territorio que el gobierno de Colombia llamaba
"Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la
República de Colombia desde su creación el 17 de diciembre de 1819. Asimismo,
cuando Sucre recapturó Cuenca el 21 de febrero, obtuvo de su Consejo local un
decreto en el cual se proclamaba la integración de su ciudad y provincia a la
República de Colombia. Entonces, con la rendición de Quito, que a su vez puso
fin a la resistencia Realista en la provincia norteña de Pasto, Bolívar pudo
entrar en la ciudad, como finalmente lo hizo el 16 de junio de 1822.
Entre el entusiasmo general de la población, la antigua
Provincia de Quito fue incorporada a la República de Colombia. Por su parte
Guayaquil, que aún no decidía su futuro, con la presencia tanto de Bolívar como
del
Victorioso ejército Gran colombiano en su territorio,
proclamó la incorporación de Guayaquil a la Gran Colombia el 13 de julio de
1822.
No hay comentarios:
Publicar un comentario