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En la actualidad, más de 8.300 tipos de plantas y 7.700
especies animales están en peligro de extinción. Se cree que de las 4.600
especies de mamíferos que hay en nuestro planeta, más de 1.000 corren peligro.
Por ejemplo, en los últimos treinta años, la población de rinocerontes negros
se ha reducido en un 95%, y la de tigres ha descendido a menos de 5.000
ejemplares. Muchos seres vivos que vivieron en la Tierra se han extinguido
completamente; algunos, hace millones de años, como los dinosaurios o los
mastodontes; otros, no hace tanto tiempo, como el dodo, un ave que vivía en la
isla Mauricio y que desapareció a finales del siglo XVII.
Algunos animales que sin duda conoces están amenazados de
extinción, como la ballena azul,
el oso panda gigante o el tigre, de los que quedan muy pocos
ejemplares.
¿POR QUÉ SE EXTINGUEN LAS ESPECIES?
A lo largo de la historia de la Tierra, han
aparecido y desaparecido diferentes clases de animales y plantas. Algunos de
ellos se han extinguido debido a los cambios climáticos. El clima puede hacerse
más húmedo o más seco, más cálido o más frío; si las especies no pueden cambiar
o adaptarse a ese nuevo clima, perecen.
Algunas especies se extinguen porque no pueden competir
con las demás por el alimento; otras son exterminadas por sus enemigos. Además,
las especies viven en un proceso constante de evolución. Por evolución se entiende los lentos cambios que se
producen en una especie, de generación en generación. Pequeñas diferencias
entre padres, hijos y nietos van superponiéndose a través de generaciones.
Algunas veces muchas especies de animales y plantas se
extinguen al mismo tiempo. Los científicos llaman a ese fenómeno extinción en masa. La última extinción
en masa, que acabó con los dinosaurios,
se produjo hace unos 65 millones de años.
¿QUÉ SE CONSIDERA UNA ESPECIE AMENAZADA?
Una especie amenazada es aquella que está en riesgo de
desaparecer. Existe una organización, la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN), que se encarga de
establecer qué especies están amenazadas. Esas especies se agrupan en varias
categorías, según sea su riesgo de desaparecer. Las más graves son:
- Vulnerable: una especie con riesgo de extinguirse en estado salvaje.
- En Peligro: una especie con riesgo muy alto de extinguirse en estado salvaje.
- En Peligro Crítico: una especie con riesgo extremo de desaparecer en estado salvaje.
- Extinta en Estado Silvestre: una especie que solo sobrevive en cautividad o en poblaciones protegidas.
- Extinta: cuando existe seguridad de que el último ejemplar de una especie se ha extinguido.
¿POR QUÉ ESTÁN AMENAZADAS MUCHAS ESPECIES?
En la actualidad, muchas especies corren peligro de
seguir la misma suerte que los dinosaurios; pero, en este caso, los
responsables de ese peligro somos los seres humanos. Un ejemplo son las
sustancias químicas y los humos que las fábricas y los coches expulsan a la
atmósfera, provocando la contaminación
del medio ambiente.
Además, algunos animales sufren una caza masiva que los está llevando al borde de la desaparición. En
algunos casos, esa caza está prohibida; pero muchos cazadores furtivos no
respetan esa prohibición, pues obtienen enormes beneficios por su actividad: se
captura a los rinocerontes por sus cuernos; a los tigres, por su piel; a los
elefantes, por sus colmillos. Otro problema es la caza excesiva a la que están
sometidas algunas especies muy apreciadas como animales de compañía o mascotas;
tal es el caso, por ejemplo, de los loros y de las tortugas.
Otro factor importante es la destrucción del hábitat. Muchas especies amenazadas viven en los
bosques tropicales, que los seres humanos están destruyendo para construir
granjas, carreteras y ciudades. Los gorilas y los koalas están en peligro
porque los bosques en los que viven están desapareciendo. Algunas veces, el
peligro proviene de ciertas prácticas modernas; por ejemplo, muchos delfines quedan atrapados en las redes
de pesca, mientras las lanchas motoras acaban con la vida de muchos manatíes.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA SALVAR A LAS ESPECIES AMENAZADAS?
Los gobiernos pueden aprobar leyes para prohibir la caza y la venta de animales amenazados, así
como la tala de bosques. También pueden prohibir el uso de sustancias químicas
contaminantes o de pesticidas que envenenan las aguas y los suelos. Por
ejemplo, el insecticida conocido con el nombre de DDT provocó un descenso en
las poblaciones de águilas y halcones peregrinos. Una vez que el DDT se
prohibió, esas poblaciones se recuperaron.
Otra forma de proteger a algunos animales amenazados es
la cría en cautividad. En muchos parques zoológicos y centros especiales se
crían especies que están en peligro, y cuando los ejemplares alcanzan la edad
adulta, se dejan en libertad. Los científicos están tratando de salvar de esa
manera, por ejemplo, al oso panda gigante o, en España, al lince ibérico. Algunos biólogos creen
que la mejor manera de ayudar a las especies amenazadas es proteger su hábitat.
Por tanto, su trabajo se centra en lograr que muchas zonas se conviertan en parques o reservas naturales donde los
animales puedan vivir sin la amenaza de los cazadores y otros peligros.
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