“LA ALIMENTACIÓN INFLUYE EN
TODOS LOS PROCESOS VITALES DEL HOMBRE, CON ESPECIAL ENFASIS EN SUS PRIMEROS
AÑOS DE VIDA”
Antes
de tratar el tema de la formación de los hábitos alimentarios desde las etapas
tempranas de la vida es importante enfatizar en el carácter eminentemente
social de la Nutrición, así como, la condición Bio-Psico-Social del hombre, que
están estrechamente relacionados con el estado de salud y los estilos de vida,
aspectos en los cuales la nutrición desempeña un importante papel para lograr una buena calidad de vida.
Por
lo que se puede afirmar:
CALIDAD DE VIDA: condición que
intervienen multi-factoriales: económica, sociales, educativo y lo espiritual
ESTILO DE VIDA: tiene que ver con la
individualidad
Para mejorar
la Calidad de Vida debemos promover una Cultura Alimentaria que sirva de base y permita a la población la adopción de
actitudes y prácticas alimentarias adecuadas y saludables, es decir:
-
Producir o adquirir
alimentos
-
Seleccionarlos
-
Conservarlos
-
Prepararlos
-
Consumirlos según las
posibilidades, de acuerdo a los requerimientos nutricionales.
Crear una conducta alimentaria responsable y con plena conciencia de su
relación con la salud y que proporcione satisfacción y placer.
Se plantea
satisfacción y placer partiendo del hecho que “el ser humano no vive solo para comer, ni come solo para vivir”. “Para el ser humano comer es más que alimentarse,
comer es una fuente importante de placer, así como de interacción social y por ende
reviste un significado cultural
que a veces nada tiene que ver con la nutrición”
No siempre nuestros
gustos y preferencias alimentarias están en correspondencia con una
alimentación saludable. Por tanto un propósito importante en un Programa de
Educación Alimentaria y Nutricional, es lograr una convergencia armónica entre:
CULTURA
– NUTRICION – PLACER
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|
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|||||||||
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Se caracteriza por la calidad e inocuidad de
los alimentos que se consumen de forma BALANCEADA
Ø Adecuada:
A la edad, sexo, talla, clima, estados fisiológicos.
Ø Equilibrada: Entre los macronutrientes
(Proteinas, grasas y carboidratos).
Ø Suficiente:
En cantidad de alimentos.
Ø Completa:
Debe incluir alimentos de los 7 grupos básicos.
Ø Variada: En color, sabor y consistencia.
SATISFACCIÓN Y PLACER
Una
práctica alimentaria saludable debe ser
fuente de placer en tanto satisface las expectativas del individuo en relación
a sus gustos y preferencias no sólo por el tipo de alimento sino también por la
forma de elaboración, presentación estética de los mismos y condiciones
ambientales para consumirlos
Esta
convergencia es la esencia bio-psico-social que le da carácter humanístico y
calidad a la nutrición humana y lo que las diferencia de la alimentación animal
Es necesario desarrollar las bases de una cultura
del gusto, una educación del paladar, que condicionen la formación de hábitos
en correspondencia con una alimentación saludable
Por otra parte no es exagerada la afirmación
relativa que el valor nutricional de un
alimento se puede ver afectado positiva o negativamente en función del placer
que se experimente al consumirlo.
Es conocido que la
combinación no adecuada de los alimentos, el consumo excesivo de fibra
dietética y la ingestión de algunos
medicamentos, entre otros, por
diferentes mecanismos ya sean bioquímicos o fisiológicos interfieren la
absorción óptima de determinados nutrimentos.
No menos influencia sobre
la nutrición ejercen las respuestas psiconeurofisiológicas desencadenadas por
los gustos y preferencias alimentarias, que tienen como base un sustrato
material y fisiológico esencial en el metabolismo y asimilación de los nutrimentos
facilitando o entorpeciendo dicho proceso.
Otros aspectos que se deben
tener presente:
1. La Cultura Alimentaría
forma parte de la Cultura General e Integral del individuo y no se debe abordar
de forma fraccionada ni unipersonal.
- No podemos limitarnos a incrementar acciones educativas y brindar información para elevar el conocimiento sobre alimentación y nutrición. La educación alimentaria debe tener como finalidad el mejoramiento de la conducta alimentaria. La adquisición de conocimientos y la adopción de actitudes positivas, constituyen solamente dos etapas previas pero no un fin en sí misma.
Tres conceptos
o principios están en la base de este criterio:
1- El comportamiento se considera mediado por el conocimiento, es decir, lo que se sabe y lo que se cree afecta la manera como se actúa.
2- El conocimiento es necesario, pero no suficiente para producir cambios
del comportamiento; mucho más cuando se trata de hábitos, costumbres y
conductas alimentarias arraigadas y transmitidas de generación en generación.
3- El cambio de comportamiento
es un proceso y no un acto.
En
sentido general el comportamiento es afectado por múltiples niveles de
influencia. (Perspectiva Ecológica)
Factores
Individuales
Características
individuales que influyen en el comportamiento como los rasgos de personalidad,
las motivaciones, las necesidades, las actitudes, los conocimientos y
creencias, la historia de desarrollo, las experiencias vividas, las costumbres
y la cultura.
Factores del entorno social:
2.1. Factores
interpersonales
Procesos interpersonales y grupos primarios como son:
La Familia, los amigos, y
otros, que proporcionan una identidad social.
2.3. Factores Comunitarios
Normas
sociales que existen como algo formal e informal entre individuos, grupos y
organizaciones.
2.4-Factores
Institucionales
Normas, reglamentos, políticas en estructuras formales que pueden limitar o fomentar los comportamientos recomendados.
Ejemplo:
- En los comedores
obreros se prohíbe colocar saleros en la mesa.
- No se puede fumar en
locales cerrados.
- Normas de
almacenamiento y manipulación higiénica de los Alimentos en centros
gastronómicos.
2.5.
Factores de política pública
Políticas locales,
estatales y normativas que reglamentan o respaldan acciones saludables y
prácticas para la prevención, detección temprana, control y tratamiento de
enfermedades.
Ejemplo:
- Yodación Universal de
la Sal de consumo humano.
- Fortificación de la
harina de trigo con hierro y vitaminas.
Además de
estos elementos generales que condicionan la conducta humana, cuando se refiere
al comportamiento alimentario específicamente, hay que tener presente lo
siguiente:
El
patrón de consumo alimentario de un Individuo, Familia o Comunidad es producto
de otras múltiples variables, y entre estas variables se encuentran:
1.
Características propias del Individuo, Familia o
Comunidad.
Entre las que se destacan los gustos y las preferencias alimentarias
condicionadas por los factores individuales señalados anteriormente.
2. La
disponibilidad de los alimentos.
Cantidad de alimentos a disposición de los consumidores durante un período dado, independientemente que circulen o no en la red comercial.
3. La accesibilidad económica.
Es la posibilidad económica social del individuo, su familia, la comunidad o todo el país de adquirir o producir los alimentos que necesita.
La disponibilidad de los
alimentos y la accesibilidad económica a los mismos son indispensables para
promover la formación de buenos hábitos alimentarios, pero tampoco son suficientes para adoptar una conducta alimentaria
saludable. Prueba de esto se ejemplifica a continuación:
®
Se
ha podido observar como en muchos comedores escolares donde se ha incrementado
la oferta de diferentes vegetales, estos no son consumidos por algunos niños y
niñas, están disponibles pero lo rechazan
¿Por qué?
®
En
estudios realizados en países de América Latina se ha comprobado que algunos
sectores poblacionales donde se ha mejorado la accesibilidad económica han
cambiado su conducta alimentaria pero de forma negativa.
Ejemplo:
- aumento de consumo
de alimentos chatarra (refrescos artificiales, carbonatados).
- aumento de consumo
de productos azucarados.
- aumento de grasa y
alimentos fritos.
- aumento de consumo de
carbohidratos refinados o simples.
Se
ha hecho referencia a la importancia de formar hábitos alimentarios desde los
primeros años de la vida y la necesidad de desarrollar una cultura del gusto,
una educación del paladar en correspondencia con una alimentación saludable. ¿Cómo se pueden lograr estos objetivos?
“En sentido general, inducir a una persona a consumir
alimentos que no le agradan, no siempre es exitoso, como tampoco lo es evitar o
disminuir el consumo de otros, aunque hacerlo sea mejor para su salud”
Se sabe que
modificar en el adulto hábitos arraigados es posible pero es una tarea difícil y compleja; es mejor
crearlos en los primeros años de vida.
Hay criterios, por algunas investigaciones
realizadas, que desde antes del nacimiento, cuando aún se está en etapa fetal,
(vida intrauterina) ya se pudieran crear algunos reflejos y condicionamientos
alimentarios en dependencia de la conducta alimentaria de la madre.
Por otro lado, se
sabe que el estado nutricional de la madre, el control prenatal y los hábitos
sanos de la embarazada previenen el riesgo de malnutrición en niños y niñas
desde el inicio del ciclo vital.
Para promover la formación de hábitos alimentarios desde la edad
temprana, es necesario ante todo conocer algunas de las particularidades del
desarrollo neuromotor y del aparato gastrointestinal y del importante proceso
de maduración durante los primeros seis meses de vida.
Vale la pena señalar que desde el nacimiento hasta los seis meses de
vida es la única etapa del ser humano
en que la dieta puede estar compuesta por un sólo alimento: la leche materna, que cubre todas las demandas de nutrimentos requeridos y las necesidades inmunológicas y psicológicas del bebé.
Una buena práctica de alimentación
infantil se inicia siempre con la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses
de edad. Después de esta primera etapa ningún alimento o grupo específico de
alimento podrá satisfacer por sí sólo los requerimientos nutricionales. Por lo que se requiere de la introducción gradual de alimentos distintos
a la leche, que nunca deberá ser antes de los cuatro meses; período a partir
del cual debe comenzar a desaparecer el llamado REFLEJO DE EXTRUSIÓN, por el cual el niño saca la lengua y expulsa
todo lo que se le introduce en la boca con la cuchara, lo que dificulta su
alimentación con semisólidos y sólidos y da la impresión de que el niño rechaza
los alimentos porque no le gustan.
A
partir de esta etapa hay que comenzar a habituar a niños y niñas a degustar en
forma progresiva y escalonada alimentos y preparaciones alimentarias de diferentes
sabores y consistencias.
El proceso de destete (Cese de la lactancia al pecho, proceso que debe
ser paulatino) y la introducción de alimentos diferentes a la leche es una etapa de suma importancia y esencial en la
formación de hábitos alimentarios en niños y niñas, lo cual repercutirá en la
actitud hacia la alimentación en etapas más tardías de su vida y por
consiguiente en su estado de nutrición y salud.
No obstante las peculiaridades del desarrollo y etapas de maduración del
sistema digestivo en los primeros meses de nacido, que aún no permiten la
introducción de alimentos distintos a la leche como son las frutas y los vegetales, es
necesario familiarizar a los lactantes con estos alimentos de forma dosificada,
escalonada y progresiva para promover tempranamente sus gustos y
hábitos de consumo.
Una forma eficaz
puede ser que antes de poder llevar el alimento a su boca, por lo antes dicho,
sean llevados a sus manos, a sus ojos, a su nariz. Es el órgano sensitivo del
olfato, un analizador fundamental para determinar el gusto. Ejemplo de ello es cuando se
presenta un estado gripal o cuando se
obstruyen las fosas nasales de forma manual sólo podemos discriminar el
sabor amargo, dulce o salado de
los alimentos, pero no otras propiedades gustativas de estos.
Entonces se puede hablar tanto de la importancia de la
educación del olfato como la del paladar y su integración perceptual para
determinar el sabor de los alimentos.
De esta forma al proporcionarle al niño, niña, estímulos
y experiencias táctiles, visuales y olfatorias agradables con diferentes
alimentos como frutas y vegetales desde etapas tempranas del desarrollo
sensitivo se están creando engramas sensoriales, conexiones que quedan como
huellas en su cerebro, condicionándolo favorablemente para su posterior
aceptación e incorporación de los mismos a su dieta habitual.
Desde otro ángulo cuando se llevan a cabo Programas de
Educación Alimentaria sobre la base de las Estimulaciones Sensoriales en edades
tempranas, también indirectamente se está propiciando un desarrollo intelectual
general e integral del niño y de la niña.
La riqueza y variedad de las frutas y vegetales es tan
amplia que ya como objeto, en el contacto, manipulación e interacción con
ellos, el niñ@ aprende nuevas y diferentes formas, estructuras, colores, olores. Estímulos que se convierten en fuente de desarrollo de su
capacidad sensoperceptual y discriminatoria así como de su lenguaje y la
riqueza de su vocabulario.
Poder observar, reconocer, diferenciar y llamar por su
nombre a un tomate, un pepino o una zanahoria puede parecer algo sencillo pero
para un niñ@ pequeñ@ es un arduo proceso sensoperceptual, de pensamiento y
lenguaje.
De esta forma se evidencia como integrar objetivos de
desarrollo y aprendizaje a través de programas de educación alimentaria en
etapas tempranas de la vida.
Otras ventajas de formar hábitos alimentarios saludables en la
edad temprana
“La relación de la nutrición
y la salud ya es mayor de edad”
Existen evidencias de que varios mecanismos
fisiopatológicos y conductuales que determinan la aparición de Enfermedades
Crónicas no Transmisibles comienzan incluso en los primeros años de vida.
·
Obesidad
·
Enfermedad isquémica del
corazón
·
Enfermedades
cerebro-vasculares
·
Hipertensión
arterial
·
Diabetes
·
Osteoporosis
·
Algunos
tipos de cáncer
·
Entre
otros
Todas estas enfermedades que se manifiestan generalmente
en la edad adulta, se pueden prevenir en gran medida desde la infancia temprana
desarrollando buenos hábitos alimentarios.
Relación entre Nutrición,
Desarrollo Intelectual y Capacidad de Aprendizaje
Es conocida la relación entre una adecuada alimentación
durante el embarazo, los primeros años de
vida y el desarrollo, capacidad de aprendizaje y rendimiento intelectual
de niños y niñas en años posteriores.
“En un niñ@ bien nutrido su memoria, su atención, son
mejores y es más activo, lo cual le permite explorar el ambiente que le rodea e
interactuar con otros niños, niñas y adultos. De ello se puede inferir que su
desarrollo social también será mejor pudiendo generar un capital humano capaz
de contribuir a su propio desarrollo”.
Errores
más frecuentes en la formación de los hábitos alimentarios en niños y niñas
sanos.
- Desconocimiento de las particularidades del desarrollo neuromotor y del aparato gastrointestinal del lactante y del importante proceso de maduración fisiológica durante los primeros 6 meses de vida.
·
Reflejo
de extrusión
·
Falta
de desarrollo de los mecanismos de masticación y deglución de sólidos.
·
Afecciones
en el lactante que producen obstrucción nasal
·
El
brote dentario puede producir rechazo a los alimentos
- Errores en los hábitos alimentarios.
Los errores más comúnmente observados en los padres son:
·
Intento
de alimentación forzada.
·
No
se respeta la selección del alimento por el niño, niña ni su apetito.
·
Poca
variabilidad en la dieta.
·
Desconocimiento del normal
rechazo ocasional de algún alimento.
·
Inflexibilidad
en el régimen dietético.
·
Esquemas
de alimentación demasiado rígidos y pautados más por los hábitos de los adultos
que por los gustos y deseos de los niñ@s.
·
Estímulos
interferentes y condiciones ambientales inadecuadas en el momento de la
alimentación.
·
Régimen
de vida inadecuado (horario de vida desorganizado).
·
Exceso
de ingestión de golosinas y dulces antes de las comidas que tienden a la
obesidad.
·
Desconocimiento
por parte de los que atienden al niño, niña de los buenos hábitos de la
alimentación.
·
Tabúes alimentarios (la papa da acidez, el pepino es
indigesto, entre otros muchos)
- Manejo psicológico inadecuado.
·
Poca
afectividad materna para con el niño, niña en un medio familiar de pobre
estimulación.
·
Inconsistencia
en el trato y falta de unidad de criterios en el manejo de los menores
·
Expectativas
irreales y exigencias extremistas en cuanto a la conducta alimentaria del niño,
niña.
·
Madres
ansiosas, obsesivas y perfeccionistas
·
Sobreprotección
y temores infundados.
·
Poca
afectividad de los padres.
·
Patrones
demasiado rígidos
·
Exceso
de complacencia en abuelos y otros adultos.
·
Reforzamiento
negativo de conductas indeseables surgidas ocasionalmente.
Algunas
recomendaciones en la formación de buenos hábitos alimentarios en diferentes
etapas del desarrollo infantil.
Se puede ayudar a los niños y niñas a formar buenos
hábitos alimentarios practicando las siguientes recomendaciones:
1
ER AÑO DE VIDA
1. No introducir ningún alimento distinto a la
leche antes del 6to. mes de vida.
“Con
el pecho de mamá es suficiente”
2. Es recomendable que la terminación de la
lactancia sea gradual (entre 2 a 8 semanas)
Reemplazar una comida a la vez
Sustituir las tetadas de
forma alternada con el fin que la producción láctea decrezca paulatinamente. “No me lo quites de un golpe”
3. Familiarizar a los lactantes con las frutas y
vegetales antes de introducirlos a su dieta, a través del tacto, la vista y el
olfato. Propiciarle para su juego alimentos bien lavados, como naranjas,
zanahorias, pepinos, etc. Aproveche para enseñarle, su nombre, forma, tamaño, aroma.
“Tocar, ver y oler para aprender”
4. La introducción de otros alimentos distintos a
la leche debe ser paulatina: Dosificada,
escalonada, y progresiva. “Enseñe a su
bebé a comer nuevos alimentos”
5. Introducir un alimento a la vez con el fin de
que el niño, niña identifique su sabor, olor, color y consistencia particular.
Acerque los alimentos a su nariz para que los huela. “Lo nuevo, uno a uno y poquito a poquito”
6. Ofrecerle el mismo alimento durante 2 ó 3
días consecutivos para que el niño y la niña se familiarice con el nuevo sabor.
Solo con la exposición reiterada se consigue su aceptación. “La constancia hace el hábito”.
7. No se debe forzar la aceptación del nuevo
alimento; en un principio tienden a rechazarlos; trate de brindárselos al
inicio de las comidas, mejor cuando tiene hambre y preferiblemente que no estén
a la vista otros alimentos. “Paciencia,
comer no es un castigo”
8. Nombre los alimentos que le da de comer, así
se irá acostumbrando a escucharlos y reconocer la palabra. “Oyendo también aprendo”
9. Al hablarle, haga valoraciones positivas de
los alimentos tales como: que rico…que bien come la niña que bien come el
niño…como le gusta esta comida… “Prefiero
oír cosas buenas y estimulantes”
10. No mezclar sabores, en ocasiones se mezcla el
sabor dulce con el salado para que el niño, niña acepte el nuevo alimento; lo
único que se logra es que no aprenda a identificar el sabor real de los
alimentos ofrecidos. “No me engañes ni
me confundas”
11. No adicionar
sal ni azúcar a los alimentos. Esta medida permite que el niño, niña
identifique los sabores auténticos. Además tanto la sal como el azúcar crean
cierta intolerancia que insensibiliza el paladar. “Aunque no lo creas, natural me es mejor”
- El alto consumo de sal en la infancia, produce mucosidad excesiva, resfriados frecuentes, sinusitis, migrañas, insomnios, irritabilidad y caspa y se sientan las bases para padecer de hipertensión arterial en la edad adulta.
- El alto consumo de azúcar (calorías vacías) se relaciona con diversos trastornos de salud. Caries dentales, agotamiento de las vitaminas del complejo B, aumento del colesterol, obesidad, y diabetes.
12. No saborizar algunos alimentos como la leche
con esencias y colorantes. “Me gusta
así, no me le cambies el sabor”
13. La consistencia de los alimentos debe cambiar
paulatinamente. Se deben ofrecer primero alimentos molidos, cambiando poco a
poco a troceados conforme a la habilidad para masticar del niño, niña y a la
presencia de dientes. “Acuérdate que
estoy creciendo”
14. Mientras le das de comer evita atender otras actividades, demuéstrale
con gestos y tu atención que él es lo más importante en ese momento. “Demuéstrame que soy lo más grande para ti”
15. Tener especial cuidado con los alimentos con
alto potencial alergénico. (huevo, pescado, leguminosas ) “Muy buenos, pero a su tiempo”
16. Considere y respete la individualidad de los
niños y niñas. “Somos pequeños pero
somos personas, también tenemos derecho”
17. Mantener un horario y régimen de vida estable
y adecuado, acorde a la edad. “Un tiempo
para cada cosa y cada cosa en su tiempo”
18. En el momento de alimentación deben existir
condiciones favorables, un ambiente confortable, tranquilo, sosegado. “Quiero comer tranquilo y cómodamente”
19. Evite los estímulos interferentes y las
ceremonias de entretenimientos; en el tiempo propician y empeoran la
inapetencia. “Dame la comida sin
cuentos, ni aventuras”
20. Tenga presente:
·
La
cantidad de alimento ingerido puede variar de un día a otro, incrementándose en
dependencia a la aceptación y la demanda del niño y de la niña. “No te empeñes, todos los
días no tienen que ser iguales”
·
La
frecuencia de leche a ingerir disminuirá, aunque debe seguir presente y no
coincidir con las comidas. “No tanto,
pero que no me falte”
EDAD PRE-ESCOLAR (1 a 5 años).
Después
del primer año de vida la alimentación de
niños y niñas es bastante similar a la del resto de la familia.
21) Se
recomienda cuando el niño, niña sea capaz de comer sólo se le de su propio
plato. Al inicio es lógico que bote
parte de la comida, incluso que manche su ropa, pero eso es parte normal del
aprendizaje y no debe reprimírsele ni impedirle hacerlo pues le quita la iniciativa
de comer solo. “Aunque no muy bien,
déjame hacerlo yo solito”
22) En
la alimentación debe usar el vaso y la cuchara y no el biberón, el que debe ser
abolido totalmente. Pero sepa que ellos gustan de los alimentos que pueden
comer con las manos. “No te preocupes, ya tendrás tiempo para corregirme”
23) Aspecto
fundamental es la distribución diaria de la energía en regímenes y horarios
establecidos. “Ni poco, ni mucho, en
cada tiempo justo lo que necesito”
24) Se
debe evitar la ingestión de sal y azúcar en exceso, de esta manera no se
desarrollan hábitos de altos consumos.
“Enséñame desde ahora buenos hábitos”
25) La
disminución de la velocidad de crecimiento en la edad Pre – Escolar provoca una
disminución relativa de las necesidades, lo que explica que el niño, niña en
esta etapa pueda disminuir su apetito. “Trata
de comprenderme, ahora no lo necesito tanto”
El desconocimiento de esta situación por
parte de la familia motiva que insistan en la alimentación de forma tal que se
produzcan conflictos entre la madre y el niño, niña. En esta etapa de la vida
se desarrolla la autonomía del niño, niña quien en ocasiones la pone a prueba a
través de la alimentación. Se puede mostrar negativista, voluntarioso.
26) Es
frecuente que en esta etapa el niño, niña comience rechazar algunos alimentos
sobre todo las verduras y otros vegetales crudos. Es por ello que el hábito de
su consumo debe comenzar desde muy temprano... “Ten paciencia mi rechazo puede ser transitorio”
27)No
utilizar la comida como premio o castigo. No se debe asociar este proceso con
otros sentimientos como recompensa o el castigo.“Comer es un proceso natural”
28)Un
niño, una niña sano, sana come sin forzarlo cuando tiene hambre, aun los más
pequeños regulan su apetito y no debe ser motivo de preocupación si en un
momento dado no quiere comer.
El niño, niña que come bajo presión
desarrolla conductas inapropiadas ante los alimentos. “No me obligues, comer es un
placer”
29)Si
un niño, niña rechaza un alimento que le es ofrecido por primera vez, no se
debe forzar a que lo coma. Se debe ofrecer en otras oportunidades con diferentes
preparaciones hasta lograr su aceptación.“La
frecuencia del ofrecimiento estimula la aceptación”
30)Los
niños, niñas cambian el gusto por los alimentos a medida que van creciendo.
Algunos alimentos que en algún momento fueron rechazados pueden llegar a ser
aceptados y hasta preferidos o viceversa. No limite su iniciativa o
espontaneidad al querer consumir algo que antes no quería. “Los gustos y preferencias pueden cambiar con el tiempo”
31)Una
adecuada actividad física y recreativa contribuye a estimular el apetito. “Cuando juego y estoy contento, como mejor”
32) Un ambiente agradable
estimula en el niño, niña, una actitud favorable hacia la alimentación. El
ambiente en la mesa debe ser tranquilo y libre de prisa, ansiedad o disgustos.
Si el niño-niña no quiere comer el resto de la familia puede continuar comiendo
sin darle mayor importancia. “Disfrutemos
comer juntos en un ambiente agradable”
33)Un
buen estimulante del apetito es la presentación variada de las comidas, color
de los alimentos, combinación de texturas, así como su aroma y su sabor trate,
de evitar la monotonía en las preparaciones de los alimentos. “Alimentos agradables a la vista al olfato y
al paladar”
34)Trate
de aplazar el consumo de agua para un ratico después de la comida. “El agua es buena y necesaria, pero para
masticar la saliva es mejor”
36.
Es importante evitar que los
niños, niñas reciban alimentos en trozos grandes, ásperos, con semillas,
huesos, espinas o muy viscosos porque estos pueden ser causas de trastornos y
molestias y producir rechazo permanente. “Evítame
sustos y experiencias negativas”
37.
Los niños, las niñas
prefieren tocar los alimentos con sus manos por ello las preparaciones deben
estar a temperatura moderada ni muy fríos, ni muy calientes. “Ni frío frió, ni caliente caliente”
38. Después
del año de edad, el niño-niña debe ser integrado a la mesa familiar cuando las
comidas coincidan con su horario de alimentación. “Coma con ellos en un ambiente de armonía familiar”
39. La
expresión de aceptación o rechazo de alimentos por parte de los padres influyen
en la conducta alimentaria del niño-niña y pueden dar lugar en él a
adquisiciones de actitudes y hábitos similares. “El niño-niña aprende más con lo que ve hacer, con lo que le dicen que
haga”.
40) Evitar
la costumbre de ofrecer al niño-niña sólo los alimentos que gustan y prefieren
los adultos, que conducen a dietas monótonas y lo limitamos a la variabilidad y
los valores nutricionales excluidos. “No
elabore sólo alimentos y preparaciones
que a usted le gusten, enseñe al niño-niña a comer alimentos nuevos”
41) Se
debe inculcar a los niños y las niñas evitar comer fuera del horario de sus
comidas. “Mi comida ni antes ni después”
42) El
momento de la comida es una ocasión para enseñarle al niño-niña buenos modales,
como ser cortés, servirse con moderación, masticar bien los alimentos, con la
boca cerrada, sin emitir sonidos, no tomar líquidos cuando tiene otros
alimentos en la boca, uso de los cubiertos. Además es un momento para compartir
y fomentar la convivencia familiar. “Enséñeles
en la práctica, hábitos higiénicos y buenos modales durante las comidas”
EDAD ESCOLAR (6 a 11 años)
Los requerimientos nutricionales del niño-niña
dependen de la edad cronológica, el ritmo de crecimiento individual, el grado
de maduración, la actividad física y el grado de eficacia para la absorción y
la utilización de los nutrientes aportados por los alimentos que se ingieren.
Recuerde que el desayuno es básico para mantener la actividad física,
concentración y atención de los niños-niñas en la escuela. Es más que conocida
la relación entre la nutrición y el desarrollo intelectual y la capacidad de
aprendizaje.
Las meriendas deben contener alimentos de
fácil digestión y buena calidad nutricional evitando algunos productos que
quitan el apetito tales como chucherías,
refrescos y golosinas (alimentos chatarra).
43) En
esta edad se debe cuidar mucho la variedad de las comidas y evitar el exceso de
dulces, bebidas carbonatadas, alimentos chatarra, además de estimular la
ingestión de frutas y vegetales.
45) La
adecuada selección, compra, conservación, y preparación de los alimentos
favorece la calidad de la alimentación infantil. Permita y estimule a los niños-niñas
a participar en estas actividades. “La
selección de alimentos naturales y frescos es lo más beneficioso para la
alimentación infantil”
46) La
conservación, manipulación y elaboración higiénica de los alimentos previene su
contaminación y disminuye los riesgos de enfermedades.“La práctica constante de normas higiénicas se convierte en hábitos y
su formación debe iniciarse también desde la infancia.”
El papel de la Familia y la Escuela en la
formación de hábitos alimentarios saludables
Es a través de la
relación con los adultos que los niños-niñas se apropian de la experiencia
histórico-social.
Es la Familia en
un primer momento, el intermediario indispensable mediante el cual se produce
la transmisión de la herencia cultural de su grupo de pertenencia y de la sociedad
en que vive. De
esta forma de interacción también se adoptan determinadas actitudes, costumbres
y hábitos alimentarios que están fuertemente influenciados por la práctica de alimentación de la Familia y que guardan
una estrecha relación con la historia de desarrollo y las vivencias personales.
En relación con los hábitos alimentarios, un recurso
educativo fuerte es que los niños y niñas, incluso desde edad preescolar se les
de una participación activa en todo el proceso y responsabilidad que presupone
la alimentación familiar. Es decir, que el niño-niña participe en la planificación, selección, compra,
conservación, preparación y consumo de alimentos sanos. Ajustados
lógicamente estas actividades a su edad y desarrollo individual alcanzado.
Generalmente se conciben estas actividades como privativas de los adultos, sin
embargo cuando niños y niñas también participan y comparten estas
responsabilidades se sienten más importantes dentro del grupo familiar.
Esta oportunidad puede ser aprovechada por los adultos
para explicar la calidad nutritiva de los diferentes alimentos así como su
contribución para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la salud.
Igualmente al manipular los alimentos los niños y las
niñas, se familiarizan con ellos y se hace más fácil su identificación.
También es una buena ocasión para promover los hábitos higiénicos
que deben ser observados en la preparación y conservación de los mismos que
contribuyen a prevenir enfermedades.
COMER
EN FAMILIA
Otra influencia familiar extraordinaria sobre los hábitos
alimentarios de los miembros más jóvenes que integran el hogar es el hecho de
comer en Familia.
Se ha demostrado que los
pequeños que disfrutan de comidas familiares regulares
Tienen
más estabilidad emocional y comen una mayor variedad de alimentos.
Comer en familia refuerza aspectos fundamentales del comportamiento
individual y social como son:
v Establecimiento de un ambiente favorable y de
armonía
-
Comer
con la familia estrecha los vínculos de afecto, facilita y enriquece la
comunicación y hace de la vida familiar una unidad de propósito y armonía.
-
La
satisfacción espiritual que se deriva al compartir la comida con el grupo
familiar refuerza la iniciativa, la creatividad y el intercambio de
experiencias.
v Formación de adecuados hábitos alimentarios
Realizar
la comida en familia favorece la formación de hábitos adecuados. Permite
informar a los niños sobre la importancia de consumir una alimentación balanceada y como obtenerla a través del
consumo de alimentos que aportan los nutrimentos que el organismo requiere.
v
La
orientación del comportamiento en la mesa.
El comer en Familia permita orientar el comportamiento de
los niños, niñas y jóvenes en la mesa, sus actitudes, sus modales así como el
uso adecuado de los cubiertos y demás implementos que se necesitan para comer.
Es conveniente hacer los esfuerzos necesarios para
realizar por lo menos una de las comidas del día con todo el grupo familiar, a
fin de rescatar y reorientar la práctica de adecuados hábitos alimentarios.
Si no es posible comer en familia diariamente se
recomienda hacerlo por lo menos los fines de semana, los días feriados y
durante las vacaciones.
El
papel de la Escuela en la Educación Alimentaria
Junto a la familia, la escuela son un marco propicio para
llevar a cabo un programa de Educación Alimentaria Nutricional como parte de
los objetivos y empeños en lograr una Cultura General e Integral que conduzca a
mejorar la conducta alimentaria, la salud y la calidad de vida de toda nuestra
población.
Cada día se hace más evidente la necesidad de
incrementar y perfeccionar acciones
educativas sobre Nutrición, Higiene y
Salud en los programas de estudio de todos los niveles de la enseñanza.
Queremos enfatizar que un elemento importante para
estructurar estos programas, es tomar como base las actuales Guías Alimentarias para la Población.
Estas aportan los aspectos técnicos indispensables sobre los que se pueden
desarrollar diferentes actividades educativas ajustadas a las características
de los escolares y las diferentes etapas de su desarrollo.
Por
último queremos señalar muy brevemente algunas de las técnicas o recursos
didácticos que se pueden desarrollar, validar y
ser utilizados entre otros muchos en los programas de Educación Alimentaría y Nutricional e Higiene de los
Alimentos dirigidos a escolares, ajustándolos a los diferentes grados de
enseñanza.
- La utilización de diferentes actividades lúdicas como juegos de roles o de imitación.
- Entretenimientos educativos. (Juegos de cartas, laberintos y otros.)
- Aplicación de diferentes técnicas participativas.
- Dibujos Animados (Frutas y Vegetales animados)
·
Utilización
de títeres y dramatizaciones.
- Cuentos, canciones y poesías infantiles.
- Adivinanzas
- Rompe cabezas
- Competencias de conocimientos
- Concursos de pinturas en relación a la alimentación
- Exposiciones y actividades demostrativas.
- Formación de alumn@s activistas sanitarios.
Visitas programadas a:
- Ferias y exposiciones agropecuarias.
- Organopónicos, huertos intensivos, y otras formas de producción de vegetales.
- Centros de producción y elaboración de alimentos.
·
Creación de Círculos de Interés sobre:
-
Cultura
alimentaria.
-
Técnicas
agroindustriales.
-
Alimentación
y Nutrición.
-
Técnicas
de preparación y conservación de alimentos.
-
Degustación sensorial de Alimentos.
-
Higiene
y manipulación de los alimentos.
-
Técnicas
culinarias.
·
Fomentar los Huertos Escolares y los
Comedores Escuelas (Mesa modelo)
La actividad práctica es el mejor recurso didáctico en el
proceso de enseñanza aprendizaje, en la formación de actitudes y la modelación
de conductas saludables en los escolares.
Entre las actividades más efectivas para fomentar una
educación alimentaria y
nutricional se encuentra el huerto
escolar y la mesa modelo; dos
actividades prevalentemente educativas y complementarias, que también
indirectamente tienen un impacto sobre las familias, convirtiéndose en un medio
para llevar a los hogares nuevos conocimientos y conductas alimentarias, dada
la influencia que pueden ejercer los hijos en el medio familiar y por ser un
eslabón importante entre la escuela y el hogar. Relación indispensable que debe
estrechar sus vínculos para poder lograr los objetivos propuestos.
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